Yo, minoría absoluta.

30/8/11
"Me da vértigo el punto muerto…
y la marcha atrás,
vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gas-oil.

Me angustia el cruce de miradas,
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.

Me arruinan las prisas y las faltas de estilo
el paso obligatorio,
las tardes de domingo y hasta la linea recta.

Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran a sus ideales
sobre los de cualquiera

Me cansa tanto tráfico
y tanto sin sentido
varado frente al mar mientras el mundo gira."

Me angustia la lista de espera. Las colas, los semáforos en rojo, las décimas de segundo hasta que alguien contesta una pregunta. Los escasos diez segundos desde que te apetece un cigarro hasta que te lo enciendes. Me desespera el "cargando" de tantos aparatos. Odio esos minutos que hay que dejar la bolsita de té dentro de la taza. Desprecio las mañanas perdidas en el banco y a los camareros lentos. Aborrezco los exámenes antes y despues. No soporto los minutos anteriores a la hora marcada, más cuando los profesores se retrasan. También las semanas hasta la aparición de las notas. No soporto esperar. Y cuando la espera es gratificante y de repente un acontecimiento la torna angustiosa, me enerva aún más. Por eso, muchas veces, después de soportar innumerables esperas, necesito algo de inmediatez en mi vida, y mi gran cabreo, me hace exigir esa inmediatez. Que nadie se engañe, no vivo con prisas, sino con el odio a las esperas sin sentido. Nada más.

Blank

24/8/11
Busco en el papel en blanco la solución. Como si de repente una mano invisible fuera a escribir el compendio de la sabiduria en él, donde encontrar una inspiración sin igual. O como si de repente se fuera a abrir un portal en él y te fuera a ver a ti, buscando las mismas respuestas en otro igual. Pero el folio me lanza una mirada despectiva, diciéndome: "En mí no vas a encontrar nada que no haya dentro de tí."

Y tiene razón. Y lo veo claro. ¿Que qué es lo que hay dentro de mí? Voluntad.

El folio ahora sonríe: "Así es chico, lo conseguirás" 
"Lo sé". Pero al darme la vuelta mi mueca se tornó gris.  "Pero duele."



Comunication Breakdown,

16/8/11
"La religion es para quienes temen al infierno, la espiritualidad para quienes ya han estado en él"

Las palabras caen como un cántaro de agua sobre mi cabeza; se quedan un rato para luego evaporarse. Es extraña la sensación de ir conduciendo con miles de palabras grabándose en un papel arrugado que se quema al tener enfrente el verdadero lienzo en blanco.

Qué decir, se me ha desamueblado la cabeza de no plasmar en un folio mis pensamientos desde hace tanto tiempo.
Palabras inconexas; oraciones sin sentido que merecerían un librazo en la cabeza propinado por mi profesora de literatura; tartamudeos mentales...

Realmente todo esto para hablar de la maduración del espíritu y del cuerpo. Del profundo miedo al desconocer tus limitaciones al abismal terror de asumirlas. De la sensación de triunfo y victoria al superar la limitación y decir: "¡Un poco mas!". De saber que puedes superar la superficialidad y vivir con lo justo. De conocerte a ti mismo mejor que tus propias células. De conversaciones interiores. Debates y discusiones entre el límite del bien y del mal. De darte cuenta que en soledad, tu potencial disminuye drásticamente y aumenta excepcionalmente. De lograr tu objetivo, tumbarte a disfrutarlo y llorar de felicidad. De mirar a tu lado y darte cuenta... Darte cuenta de que sin la persona indicada no lo hubieras conseguido. Y del paralizante pavor de perder su amor.

"Pero ese papel arrugado se ha evaporado,/ se condensará,/ y lloverá /sobre algún escritor bohemio y amargado/ que nunca entenderá mi sentimiento aterrorizado/, pero lo convertirá en basura-seller de estantería de papelería de estación..."


"Tiene gracia que la visita de la musa del verso venga sin aviso ni precaución./ ¿Yo? Quiero conducir. Hasta tu habitación."