Comunication Breakdown,

16/8/11
"La religion es para quienes temen al infierno, la espiritualidad para quienes ya han estado en él"

Las palabras caen como un cántaro de agua sobre mi cabeza; se quedan un rato para luego evaporarse. Es extraña la sensación de ir conduciendo con miles de palabras grabándose en un papel arrugado que se quema al tener enfrente el verdadero lienzo en blanco.

Qué decir, se me ha desamueblado la cabeza de no plasmar en un folio mis pensamientos desde hace tanto tiempo.
Palabras inconexas; oraciones sin sentido que merecerían un librazo en la cabeza propinado por mi profesora de literatura; tartamudeos mentales...

Realmente todo esto para hablar de la maduración del espíritu y del cuerpo. Del profundo miedo al desconocer tus limitaciones al abismal terror de asumirlas. De la sensación de triunfo y victoria al superar la limitación y decir: "¡Un poco mas!". De saber que puedes superar la superficialidad y vivir con lo justo. De conocerte a ti mismo mejor que tus propias células. De conversaciones interiores. Debates y discusiones entre el límite del bien y del mal. De darte cuenta que en soledad, tu potencial disminuye drásticamente y aumenta excepcionalmente. De lograr tu objetivo, tumbarte a disfrutarlo y llorar de felicidad. De mirar a tu lado y darte cuenta... Darte cuenta de que sin la persona indicada no lo hubieras conseguido. Y del paralizante pavor de perder su amor.

"Pero ese papel arrugado se ha evaporado,/ se condensará,/ y lloverá /sobre algún escritor bohemio y amargado/ que nunca entenderá mi sentimiento aterrorizado/, pero lo convertirá en basura-seller de estantería de papelería de estación..."


"Tiene gracia que la visita de la musa del verso venga sin aviso ni precaución./ ¿Yo? Quiero conducir. Hasta tu habitación."

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