El "rascar"

18/1/11
En estos momentos me acuerdo de lo que me dicen siempre mis profesores de enfermería:
"La intuición es el sentido más poderoso de todos los que tenéis."
La intuición es algo que no se aprende, ni tampoco con lo que se nace. Se nace con instinto, y a  partir de él, con experiencia y conocimientos se desarrolla este "sexto sentido".
Entre los profesores, una de ellas nos animaba a tener la intuición siempre alerta, no sólo en el desempeño de nuestra función, sino también en las relaciones humanas que establecemos cotidianamente. De ahí nos alentaba a seguirla para identificar un gesto, una mirada, una palabra, un tono, un temblor... Cualquier cosa que nos haga sospechar que detrás de la fachada hay una convulsión del corazón. Y a partir de ahí... rascar. Rascar la fachada. Quitar pintura, ladrillo, cemento y llegar al interior para arreglar ese tembloroso corazón.
Quizá no podamos arreglarlo. Quizá nos dañe. Quizá dañemos a la otra persona.
Es muy arriesgado, sí.
Pero el poder arreglarlo o ayudar a ello... Hace que merezca la pena correr el riesgo.

Lecciones de vida camufladas de clases magistrales: Diagnóstico Enfermero.

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