Mierda de ciudad.

19/1/11
Las 3:44 de la mañana. Diréis: ¿Qué haces despierto loco? ¡Que mañana tienes clase!
Joder, ¡que me absorbe El Alquimista!

Pero no quería hablar yo de eso, aunque ese libro merezca una entrada de las gordas, por supuesto, compartida contigo, que me descubriste el lenguaje del mundo.

La cuestión es que hacía mucho que no me quedaba hasta altas horas de la madrugada despierto entre semana, para discernir ese olor.
Sí, ese que sí vivís en Huelva, habréis olido mucho en días nublados, o en noches de insomnio, o simplemente camino a La Rábida. Ese olor a cuesco revenío, a huevos podridos, a Sulfuro de Hidrógeno para los entendidos.
Y es que es sabido que nuestro querido polo químico aprovecha estos momentos para soltar mierda sin que la gente se de cuenta. Así, en compló, pa revolvé, como diría nuestro amigo gallego de la droja en el colacao. Y me hierve la sangre, porque apostaría a que el medidor de contaminación atmosférica de la Avda Andalucía, ese que está cerca de Paco Toronjo, está misteriosamente apagado, o marca valores normales, o ligeramente elevados (un poquillo de disimulo, por lo menos, tienen).

Y los fosfoyesos con cenizas de Acerinox? Van sobrando desde siempre, pero legalmente desde hace 19 días, señores de Fertiberia.

Dios, qué poco voy a durar en Huelva...

1 pensamientos:

Iosune De Goñi dijo...

es genial el alquimista ;)

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