XXI. Y me envenenan los besos que voy dando.

29/11/11
No debería contarlo, y sin embargo, he de decir que el otro día me sorprendió una voz conocida que venía de una ventana anónima. Una voz desgarrada y rota. Una voz que en su canción habla de echar de menos. Pero recordando que dos no es igual que uno más uno. Bienvenido de nuevo, maestro Joaquín, mes y medio de exilio ha sido demasiado.

"Y cuando vuelves hay fiesta
en la cocina
y bailes sin orquesta
y ramos de rosas con espinas,
pero dos no es igual que uno más uno
y el lunes al café del desayuno
vuelve la guerra fría
y al cielo de tu boca el purgatorio
y al dormitorio
el pan de cada día."


Para tí.

1 pensamientos:

Parker dijo...

Sin embargo, maestro, he de decirte que nunca más volveré a verte igual. Tus canciones son más especiales que hace 1 año y algo más, y me harán recordar tiempos más felices.

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