Gritos irracionales a un futuro incierto.

31/10/11
LO SABÍA. ¡¿ME OYES?!

No, claro que no me oyes. Ahora mismo estarás durmiendo a pierna suelta, sin acordarte de que hace un año aún estabas por las calles de MI ciudad. Esas calles, que a pesar de que son MÍAS, ya nunca más lo serán. Maldita seas, tú, tus ojos de gata, Sabina, el humo de los bares, la noche de los muertos.
Malditos sean los taxis, el freno de mano, los semáforos en ámbar, el "ojalá que volvamos a vernos".
Malditas sean las fotos, los recuerdos, la vida, la muerte, el amor y el odio.
Porque a cada esquina aparece una mirada, una frase, un "te quiero". Y en cada estación muere un "hasta pronto" dejando el maldito cadáver del "adios".
Me inspiras, ¿lo sabes? He tenido que parar el puto texto. Versos que pronto serán cantados, mientras yo aporreo con rabia el bordón y la prima.
Maldita sea. ¿No he podido escribirte una puta canción en casi un año y puedo ahora en pleno desgarro?
¿Sabes? Sé leer entre líneas. Veo cosas, aquí y allí. Y puedo asegurarte que lo sabía. Que lo esperaba.
Necesito tenerte frente a mí. Gritarte irracionalmente, emborracharnos, follar, fumar, que apoyes tu cabeza en mi hombro y digas: "Buenas noches, te quiero".
Pero claro. No tengo más remedio que perder la esperanza. Son las 5.15, ya es 31. Y para que eso pasara tendrías que estar en camino. Quién sabe. Quizá estes en camino, sí, pero no de mi cama. Y eso me mata.
Tengo la impresión durante estas noches de que soy el único superviviente de un apocalipsis. De que soy el único con insomnio crónico que se rompe a las 5 de la mañana. De que tú nunca has dejado de estar bien.
Hoy es 31 de Octubre de 2011 y voy a beber hasta perder el conocimiento.

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