Jueves universitario.

Jueves. Día por antonomasia de universitarios. Día de pasarlo bien y emborracharse. UNA POLLA.
Aquí me hallo, después de 6 horas en la calle. Total, una cata de mi carrera, otra de educación, puerto y buda. ¿Para qué? Para acabar en mi casa escribiendo desgarrado. Estoy borracho, sí. ¿Y qué? El alcohol no impide que esta sensación de bajón me invada. Mickey Mouse habla desde mi brazo. Infancia, acto 1. No dejo que hable. Hoy no. Hoy sólo dejo al 4º acto de mi vida hablar, y me pide visceralmente que lo continue. No puedo más. Te quiero ¿sabes? No quiero otra cosa que no sea estar contigo.
Y ya está. Me voy a dormir.