I

15/10/11
No ha habido día más largo en mucho tiempo. Después de insomnes horas roto, he decidido salir de las cuatro paredes donde se ha producido el desmoronamiento. He ido con mi madre al Carrefour. Me he roto, he tenido que decírselo. Me he roto más. He vuelto a mi encierro, sin comida ni descanso. Cada palabra ha sido un hachazo. Cada palabra lo ha hecho más real. Cada palabra ha sido como una cuchilla. No hay nada en mi cuarto que pueda mirar. No hay ropa que me pueda poner. No hay nada en Internet que pueda visitar. Yo no quiero esto. Te echo irremisiblemente de menos. Y aunque me hayan obligado a ir a la manifestación, me he sentido terriblemente solo. Creo que eso es lo que más temo en el mundo. Por eso te necesito tantísimo. Y aunque no fuera mi miedo, también te necesitaría muchísimo. En la manifestación he pensado: ella está ahora mismo gritando estas consignas, viviendo lo que yo estoy viviendo. Me gustaría asistir a una de estas contigo de la mano, tal y como he visto a decenas de parejas, que me han dado una envidia visceral, y me han hecho sentirme el doble de solo. He visitado a mi padre y hermanos. No he tenido valor de decírselo a ninguno. He jugado con mi hermanita. Y sí, ha sido el mejor momento del día. Pero a la vez el peor. Me he acordado que hace muchísimo que no la ves. Me gustaría que jugaras con ella. Y me he acordado de esa niña que vino del cielo y que te hace tan feliz, de la tarde que pasé cuidando de ella. No he tenido más remedio que irme, no podía más. Y aquí estoy. Te he mandado un mensaje, y no sé que hacer. Muero por llamarte y oír tu voz. Lo necesito, no puedo estar sin esa maravillosa voz que me revitaliza, que hace que me alegre hasta el peor día de mi vida. Simplemente quiero que me digas "bonito". Que vengas, me digas que no pasa nada y me abraces mucho, sin decir nada más. Que me hagas feliz y yo te haga feliz. Que me digas que me quieres.

Lo siento por escribir esto. Necesitaba volcar mis pensamientos y sentimientos. Tq.

0 pensamientos:

Publicar un comentario