El lenguaje del mundo.

1/2/11
Llevo toda mi vida siguiendo mi camino. He ignorado señales, apartándome de mi camino sin darme cuenta, para de repente, encontrar una señal, sonreir y saber que he vuelto al camino correcto. Nunca he sabido qué ponía estas señales en el camino, siempre lo había atribuido al azar.
Hasta que llegaste tú. Y me enseñaste el Lenguaje del Mundo.
Todo empezó la primera vez que cruzamos miradas. Tú sonreíste y sentí que con esa señal, con esa sonrisa, había vuelto a mi camino después de un largo tiempo perdido. Recuerdo que al principio la negué. "No, no es mi señal" pensaba. Pero ¡Maldita sea! Una señal tan fuerte no se puede ignorar. Y menos cuando cada conversación, cada mirada, cada sonrisa, cada gesto... Sembraba mi camino de señales. No sé si tú viste tu camino lleno de señales también, pero las seguiste si las tuviste.
Al final pensé que no podía ser coincidencia. Si nuestros caminos se cruzaron, sería por algo. Y me dejé llevar. Perdón. Nos dejamos llevar. Y ya van tres maravillosos meses.
Tres meses en los que, poco a poco, me has enseñado muchísimo, aún sin proponértelo. Y no sólo eso. Me has hecho sentir cosas que nunca había sentido. Me has cogido de la mano y aceptado tal y cómo soy. Has descubierto virtudes y defectos en mí que no conocía. Has... no sé. Has revolucionado mi mundo.
Y no puedo forzar mi camino, mi "Leyenda Personal" cómo dicen en tu regalo. Pero espero que vaya ligado a tí muchísimo tiempo; porque día a día consigues que me levante con una sonrisa y tenga fuerzas para luchar por lo que quiero.
Aunque pensándolo así... Te quiero a tí. Y como dice Melquisedec "cuando quieres algo, todo el Universo conspira para que realices tu deseo."

Me haces muy feliz. Te quiero siempre.

1 pensamientos:

Aida Hernandez dijo...

me dijiste que querías un comentarío...pero no te haría justicia.

http://nosetratadeeso.blogspot.com/2011/02/tu.html

Publicar un comentario