La locura nunca tuvo maestro.

28/2/11
Se nos fue. Se nos ha perdido totalmente ese tornillo que nos aferra a la realidad y ahora no podemos parar.
No podemos evitar cruzar la calle sn mirar, bebemos hasta perder el conocimiento, fumamos sin control, dormimos cuando simplemente no podemos más, comemos cuando tenemos hambre y hacemos lo que queremos.
Coño... ¡Hasta quitamos el pen-drive en modo no seguro! No tenemos verguenza y no queremos ser como los demás. No nos incomoda que la gente nos mire con aversión ni nos preocupa lo que piensen si salimos de los aseos despeinados y con ganas de fumar. Estamos tan jodidamente locos que descubrimos el infierno que hay entre nosotros y fuimos directos a sentarnos en el medio, sin importar que nos pudiéramos quemar.
Yo te propongo: Compartamos una almohada allí. Embriaguémonos de cava, cerveza y "sex on the beach" (hay que beber rápido, que se calientan...) y encéndamonos cigarros en las llamas. Y lo más importante:

Si en el infierno hace 2000ºC... hagamos que la temperatura suba hasta que el termómetro se funda y no nos importe más cuanto siga subiendo...

0 pensamientos:

Publicar un comentario