Tu perfume, la manzana prohibida
de tu condena, el desamor,
la maldición de tu vida:
nunca fuiste una flor.
Te fuiste sin más
nunca dijiste adios.
tú querías volar,
Yo volver a Nueva York.
Allí te besé y soñé con tu cuerpo de mujer,
Manhattan, cóctel, cruz y juez...
Y en la gran manzana
asomada a tu ventana
me atrapaste en tu maldita red,
una mañana, al anochecer.
Manhattan, tan grande y tan pequeña,
cuando estoy sin ti.
Y yo me escondo en la maleza,
para pensar que sigues aquí.
Y escondido, vi tu reflejo
perdido tras la barra de un café.
Llevabas en tu cara mi recuerdo
y en tu mano mi foto de carné.
Allí te besé y soñé con tu cuerpo de mujer,
Manhattan, cóctel, cruz y juez...
Y en la gran manzana
asomada a tu ventana
me atrapaste en tu maldita red,
una mañana, al anochecer.
Nuestras miradas se cruzaron,
mientras el corazón hacía de las suyas,
y con una mirada de las tuyas,
nuestras almas conectaron.
Allí te besé y soñé con tu cuerpo de mujer,
Manhattan, cóctel, cruz y juez...
Y en la gran manzana
asomada a tu ventana
me atrapaste en tu maldita red,
una mañana, al anochecer.
La gran manzana.
7/2/12
tiene que ver:
amor,
café,
canción,
doble sentido,
La gran manzana,
Manhattan,
Nueva York,
poeta de contenedor,
Sabina,
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1 pensamientos:
Caballero, el verso sigue sin pegar, hay que arreglarlo, así que ya sabes nos toca currar ;)
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