El alma del poeta
no pertenece al día,
este alma pertenece a la noche.
De cerveza el derroche,
de amistad la eucaristía
y tus labios como meta.
Mas no es ésta la noche
de engalanadas musas,
de guitarra o semifusa,
de antiguos y ajados reproches.
Es noche de nueva melancolía,
de esos besos que aún no conocí,
de esos momentos que aún no viví,
de un viaje por la autovía.
12/02/2012 3:08
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