Trigémino.

13/2/12
Dicen que el dolor del trigémino es uno de los peores dolores del mundo. Sin embargo, brindo esta noche a mi muela del juicio y a la sobreestimulación de éste par craneal. La lucidez de la madrugada, unida a la necesidad de pensar en otra cosa para alejar el dolor dan grandiosos resultados. ¿A qué le tenemos tanto miedo? ¿Al fracaso? No me hagáis reír, que me duele. ¿Qué es un pequeño fracaso en un momento puntual de nuestras vidas comparado con todo lo que tenemos por delante? Nada de miedo al fracaso, miedo al ridículo. Di adiós a esa timidez que te paraliza día a día. Lucha por tus principios, comienza una revolución, vístete como te de la gana, deja que la gente hable de ti (ya sea bien o mal), tómate los tequilas que te apetezcan, ni más ni menos, tú te conoces bien bebiendo. Pero no te descuides. Asegura tu futuro. Si no lo aseguras, todo volverá a morderte el culo. Haz deporte, no fumes, bebe dos litros de agua al día, come fruta y verdura. No son cosas que te molesten en tu vida diaria, no es nada que te quite lo que te guste. Olvídate de dietas, píldoras adelgazantes y champús de caballo. Duerme ocho horas diarias y haz caso a mis consejos y tendrás la piel como la de un bebé y estarás a gusto contigo mismo. Estudia, mantén tu mente ocupada, lee, escucha música, debate con tus amigos. Ésto te ayudará a evitar un futuro Alzheimer. Vive en un ambiente limpio, toma el aire, no te encajones enfrente del ordenador y sal a la calle. Sonríe a la gente. Saluda, da las gracias, sé educado. No cuesta nada y te llevarás más agradables sorpresas. No pienses más de la cuenta, deja que tu subconsciente tome el control a veces... Es más sabio que tú. Y hablando de subconsciente... viaja, haz locuras, conoce al máximo de personas que puedas. Da sin esperar nada a cambio, porque de esta manera recibirás mucho más y cuando más lo necesites. No tengas miedo a cambiar. Ve contracorriente, pero nunca pierdas de vista la corriente. No dejes que el pasado venga a joderte el presente... porque te quedarás sin futuro, y vive el presente como lo que es: tu posesión más preciada. Y otra cosa más: ¿recuerdas esa chica de la que no paras de hablar, pero a la que no te atreves a pedirle salir? Invítala a cenar.

Esto más bien, es un texto para mí mismo. Pero lo publico... ¿por qué no?

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